jueves, 17 de diciembre de 2009

La necesidad de ser humilde.

Siempre o casi siempre, después de un concierto, alguien se acerca y te dice que el concierto "estuvo de puta madre". Y no dudo de su sinceridad, pero también es verdad que siempre hubo alguien (si no mucha gente) a la que no le gustó, y a no ser que sean de mucha confianza, no van a decírtelo. Por ese motivo, pensar que lo que haces es bueno sólo porque la gente te lo dice es tan sólo una visión distorsionada y parcial de las cosas. Es muy fácil dar y recibir halagos, pero es duro encajar las críticas, igual que para la gente que te critica no es fácil hacerlo bien, con fundamento.

Por otra parte, las cosas cambian: los mismos que ahora te alzan, mañana pueden hundirte. Manejarse al margen de la opinión de los demás es algo necesario si uno quiere sobrevivir felizmente en el mundo de la música durante un largo tiempo. Hace años que aprendí que preguntar a alguien que qué le ha parecido un concierto mío es un error, por dos motivos: 1) porque si no le ha gustado, le estás poniendo en un compromiso y 2) porque si no le ha gustado, probablemente te mienta y te diga que sí le gustó.

Recibo muchos halagos a lo largo de la semana de mucha gente distinta, y de verdad que los aprecio, pero creo que empiezo a saber por dónde debo andar y por dónde no. Que si Havalina debería estar tocando en todos los festivales, que si Havalina debería estar mucho más arriba, que si Havalina tiene el mejor directo de este país... no digo que al menos parte de eso no sea verdad, y de verdad que encantaría que así fuera, pero por lo que a mí respecta, mi única manera de seguir siendo feliz es hacer lo mío sin preocuparme por todo eso y sin esperar nada más a cambio que lo que ahora tengo. También, aparte de halagos, tenemos nuestras pequeñas y grandes dosis de realidad, como el hecho de que un concierto nuestro para nosotros todavía suponga muchas más horas de marrones (carga, descarga, montaje, conducción...) que de lo que es en sí música, o de que algunas veces vayamos a tocar a tal o cual sitio, y las taquilla recaudada no dé ni para pagar el alquiler de la furgoneta. Todas estas cosas no me hacen sentir especialmente pequeño ni grande, simplemente me recuerdan en qué lugar estoy. En otras ocasiones vamos de gira y es todo lo contrario: conciertos llenos, aplausos, grandes ovaciones, halagos por todas partes... y no por ello se es mejor o peor, más grande o más pequeño.

Ser humilde es la única solución posible a todos estos males, es lo único que te ayuda a mantenerte con una buena perspectiva sobre las cosas. Los halagos, la fama y el éxito, regalan tus oídos por un momento, pero en la larga carrera, hay que saber manejarlos para no llevarnos una impresión distorsionada de qué es lo que realmente está pasando.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Sobre el Éxito

"¿Te cambiarías a ti mismo por un artista de esos que salen todo el día en los medios y que no pueden poner un pie en la calle sin ser reconocidos y abordados por hordas de desconocidos?"

Esta misma pregunta me la hizo Xoel López hará cosa de un año, cuando estaba a punto de marcharse a hacer las américas y dejar atrás toda su trayectoria como Deluxe, redimirse, y comenzar una vida nueva como Xoel López, a secas.

En el momento realmente no sabía que contestar, y me ha costado un tiempo largo darme cuenta de éso que Xoel ya sabía hacía tiempo. Las personas que necesitan ese "éxito" es porque tienen algo vacío dentro de sí mismos, y esa misma vanidad les ayuda a parchear ese hueco. Para todos los demás, ser reconocidos por el 90% de la población española supone perder una necesidad fundamental -la intimidad, el anonimato- a cambio de un puñado de halagos y un realce del ego que generalmente no necesitamos.

La otra cosa que sí recibimos, sin embargo, tiene un cariz mucho más pragmático: el dinero. Lo cierto es, que siendo un artista de no tanta envergadura (de esos que no conoce la "masa" pero que "tienen su público fiel") es perfectamente posible ganar suficiente dinero como para sobrevivir con cierta comodidad: pagar el alquiler, tener la nevera llena, poder salir de copas de vez en cuando, comprarte una guitarra nueva por navidad y poder costearte unas vacaciones decentes una o incluso dos veces al año. Más allá de eso, ese abundante excedente de dinero que un artista de masas recibiría, cubre otros aspectos bastante menos necesarios para el ser intermedio. Y si para alguien es necesario tener el mejor coche, una casa enorme, y demás lujos, entonces volvemos a la teoría del vacío interior; vacío, que por otra parte, jamás logrará ser llenado por esos medios.

Por otra parte, existe otro tópico sobre el ser humano, que viene a ser bien cierto: tendemos a siempre querer más de lo que tenemos y por ello mismo, a no disfrutar de lo que poseemos en ese momento. El otro día, un buen amigo mío, me comentaba que su hija, nada más abrir los regalos de Navidad, apenas jugaba con ellos, y ya empezaba a pensar en los regalos de su cumpleaños. Como ella, muchos adultos tienen la vista siempre puesta más allá de lo que están haciendo, y ésto mismo les impide disfrutar del momento presente.

Conozco a muchas personas en mi entorno, que se dedican a lo mismo que yo, y que se sienten frustrados al no lograr ese éxito tan perseguido. Yo mismo he llegado a sentir eso en alguna ocasión, pero por fortuna creo que voy aprendiendo la lección. Hace ya casi ocho años, cuando Havalina comenzó a ser Havalina, Charlie, yo y los demás miembros soñábamos con poder publicar uno o más discos, tocar por ahí, dar a conocer nuestra música; jamás pensamos ni siquiera en vivir de ello, todos sabíamos que tendríamos que compaginarlo con otra actividad que sí estuviese remunerada; y sin embargo, ocho años después, nos hallamos dando giras de un lado a otro de la geografía española, teniendo varios discos en las tiendas, y dando a conocer nuestra música a un bastante numeroso público. Y no sólo eso, sino que además la otra actividad con la que lo compaginamos es la misma música, hecha con otros artistas y otras bandas, lo cual resulta tremendamente enriquecedor y nada rutinario.

Para mí, mi vida actual es un sueño hecho realidad con el paso de los años y del trabajo incondicional. Me he dado cuenta de que, si bien es cierto que uno siempre debe aspirar a mirar un poco más arriba, disfrutar del momento presente es lo más importante. Cada día que llego a mi casa y mis gatos vienen a saludarme y ronronean, o me encuentro con un chaval adolescente que está ensayando con su primer grupo y escucha a Havalina, o me tomo una copa de vino con mi chica en el sofá de casa, o me encuentro subido encima de un escenario, o me siento con mis padres a charlar sobre la vida, o miles de ejemplos más -a veces cotidianos, a veces grandiosos- me recuerdo a mí mismo lo feliz que soy y lo realizado que me siento: he aprendido que el verdadero éxito es el que uno quiere que sea.

domingo, 11 de octubre de 2009

Sobre la inmediatez en la música (y por consiguiente, en el sexo)

"Intro: corta, que no pase demasiado tiempo hasta que entre la voz. Estrofa: concreta, pero no demasiado, para que así después dé paso al Estribillo. Que no pase demasiado tiempo hasta que éste entre, para no distraer la atención del oyente. Éste debe tener más tamaño, entrar como un cañón. Después viene la segunda estrofa, que nos sitúa de vuelta en la canción, nos orienta, y de nuevo el estribillo, que ahora entra con un poco más de fuerza, y es un poco más largo que el primero. Después viene el puente, que debe llevar a la canción por otro lugar, pero sólo lo justo, porque debe anteceder a la entrada del último estribillo, que será el más grande de todos. Y fin. Todo ello no debería durar más de 3 minutos y pico. Sin estridencias, pero con energía."

Vivo y trabajo en el mundo de la música y no paro de ver y oír esta misma formula repetida hasta la saciedad. Nadie parece tener tiempo para nada y las canciones suceden así, como una especie de fórmula matemática fácil y solvente. Estoy harto, muy harto de todo esto. Detecto el olor de esta fórmula y tantas otras a los pocos segundos de escuchar una canción, y cada día que pasa me resulta más repulsivo. Intento mantenerme lejos de ello para no amargarme, y por suerte suelo conseguirlo en la mayoría de los casos. Pero no deja de disgustarme cada vez que descubro a un nuevo grupo o artista que, sorprendentemente, está haciendo lo mismo de siempre otra vez.

El otro día estuvimos grabando una pequeña demo de algunos temas que hemos estado componiendo este verano. Pasa a menudo que hasta que uno no lo ve desde fuera, no sabe juzgar muchos de los detalles, y ahora que lo escucho y que hemos puesto un puñado de canciones nuevas juntas, me ha agradado mucho la duración y el ritmo de las mismas. Hay bastantes que superan los 5, los 6, e incluso los 7 minutos, y el ritmo con el que se suceden las partes es gustoso, se regocija en cada una de ellas y no suelta nada hasta no haberlo desarrollado. Además, como en anteriores trabajos de Havalina, hay muy pocos estribillos. Supongo que todo esto sucede porque por una parte estamos bastante cansados de escuchar lo mismo de siempre y no somos felices reproduciéndolo sin más, y por la otra, porque queremos hacer música de esa que requiere un compromiso por parte del oyente para ser disfrutada, ésa que sale del corazón y los riñones.

Buscar la inmediatez en la música es un arma de doble filo. Si la consigues de un modo natural, es perfecto, pero no por ello has de andar buscándola todo el tiempo. Y no siempre la inmediatez es la manera idónea de hacer las cosas. Cuando hicimos Incursiones, por supuesto que estábamos buscando algo inmediato, impactante, contundente, cortante. Pero si fuera todo el disco así, ciertamente perdería toda su inmediatez en muy poco tiempo.

A menudo suelo comparar el sexo y la música. Ambas son actividades placenteras y necesarias, y requieren de un cierto mimo, entrega y compromiso por parte de ambas partes para que sean como deben ser. Hay quien se ríe de mis teorías al respecto, es cierto... :) El desarrollo de una canción es más o menos parecido al desarrollo del acto sexual: tiene unos preliminares, un desarrollo que puede ser más o menos lento, un punto álgido, uno o varios puntos de descanso o relajo que suelen llevar a otros nuevos puntos álgidos, y así hasta llegar al final. La inmediatez en el sexo puede estar bien en ciertas ocasiones, pero todos sabemos que lo suyo es alternar una cosa con la otra. Igual que no podría imaginarme que todos los polvos con mi novia durasen 3 minutos y pico, ¿por qué todas las canciones tienen que durar éso?

domingo, 13 de septiembre de 2009

Sold Out.

Las palabras "sold out" son algo que no estoy seguro de haber conocido en la historia de esta banda, y más aún tratándose de una sala con un aforo como el del Sol, no enorme pero sí significativo. En cierto modo, todo el equipo Havalina (banda, staff, discográfica, oficina) sentimos el viernes que aquello era un peldaño más, que hay un antes y un después de aquella noche. Teníamos muchas ganas de este concierto, y nos sorprendió mucho y muy gratamente que hubiera tanta gente que compartiera esas ganas con nosotros.

Creo que la felicidad absoluta era patente en nuestras caras, así que no añadiré mucho más: tan sólo nuestro más hondo agradecimiento a todos los que cada día nos apoyáis. La música es un hermoso compromiso entre el músico y el oyente, y podemos decir abiertamente y llenos de satisfacción, que sentimos que tanto uno como otro están cumpliendo con su parte.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Lo que vale un peine.

Se suele decir, y con bastante acierto, que uno no sabe apreciar lo que tiene si no lo ha trabajado antes. Como suele decir un buen amigo mío y compañero de profesión, antes de estar en lo alto hay que haber "comido barro". Para algunos, la cantidad de barro comido es ingente, pero en cualquier caso, lo importante siempre, ya te encuentres entre los más afortunados o los menos agraciados del lado del éxito o del desconocimiento, es no perder la perspectiva de dónde está uno y qué le está pasando.

En nuestro caso particular, nunca hemos sido especialmente afortunados en muchas cosas, pero al mismo tiempo siempre hemos tenido motivos para alegrarnos y querer seguir adelante a pesar de todo. Supongo que en el fondo somos personas constructivas y optimistas, y por este mismo motivo, las mismas cosas que a otros desanimarían a nosotros nos han dado fuerzas para seguir adelante.

En el 2001, cuando empezamos ensayar en lo que entonces era nuestro nuevo proyecto, soñábamos con nuestra primera ocasión de mostrarlo en directo. Eso sucedió al cabo de unos meses, y a partir de ahí empezamos a actuar regularmente en el circuito de salas madrileñas. Muchas de ellas (como Siroco, Café la Palma, el Limbo, Moby Dick...) nos acogieron con los brazos abiertos y nos dieron la oportunidad de hacernos a nosotros mismos y empezar a darnos a conocer entre un círculo reducido de personas. Allí surgieron nuestros primeros contactos y poco a poco fuimos ampliando ese circuito de salas a otras como el Moe y la Moe, Costello Club, El Sol, Wurlitzer Ballroom, e incluso en ocasiones puntuales hemos tenido la suerte de tocar en salas de mayor aforo, como la Sala Heineken (en la que hemos tocado ya cuatro o cinco veces) , Galileo Galilei, Joy Eslava, o el mismísimo Teatro Circo Price.

Todas estas cosas han ido creciendo siempre lentamente, pero sin pausa. Es muy grande tener la oportunidad de tocar en lugares grandes y/o bonitos como Joy Eslava o Circo Price, pero nada de ésto ha sucedido rápido ni fácil. Son ya casi ocho años desde que empezamos, y si hay algo que tengo bien claro es que nadie nos ha regalado nada. En general, en la música a nadie se le regala nada, y si se hace, siempre lleva una contrapartida negativa asociada; que te regalen las cosas es un arma de doble filo, siempre. Muchos de los artistas que son "regalados" no suelen durar demasiado tiempo, y la mayoría no gozan de una buena credibilidad... ¿Dinero? Quizá sí. Pero el dinero se puede conseguir de muchas maneras, y no da la felicidad por sí solo. La suma de credibilidad, orgullo y confianza en lo que uno hace sí que la da, y éso, alentado por una situación económica llevadera, genera la felicidad y la satisfacción del artista; porque sí, es verdad que el dinero es importante, sobre todo porque si uno no lo gana con la música, entonces tendrá que buscar otra actividad paralela donde sí lo gane, que probablemente consumirá mucho tiempo y energía, y entonces el esfuerzo posible que se pueda invertir en la música será menor.

En definitiva, todo esto viene a ser como un círculo vicioso, como la pescadilla que se muerde la cola: las personas que tienen que trabajar en cualquier otra cosa para poder subsistir mientras hacen su música por otro lado tienen un serio inconveniente en la falta de tiempo y energía para sacar adelante sus proyectos artísticos, y así, algún día, poder dejar esos trabajos abrasivos y dedicarse enteramente a su arte. Y por otro lado, sucede que las personas que nunca necesitaron trabajar en otra cosa (en definitiva, que nunca comieron barro), en la mayoría de los casos no han desarrollado esa capacidad de esfuerzo y sacrificio necesarias para lograr una carrera artística longeva y creíble, sobre todo lo segundo. Es algo que yo al menos veo claramente en algunos artistas: sé perfectamente cuándo se lo han tenido que trabajar de principio a fin, y cuando, por el contrario, se lo han dado todo masticado. Se nota mucho en los directos: ¿actitud frente al trabajo, seriedad, constancia?. Una persona así sería capaz de sacar adelante un show pase lo que pase; sin embargo, he visto a muchos artistas que, por no tener una sola de las múltiples condiciones óptimas para el desarrollo de un buen show (buen sonido, buen ambiente, buen público, haber descansado, tener bien la voz, etc) se arrugan y lo echan todo a perder. Cuando uno ha trabajado y se ha esforzado en conseguir lo que tiene, desarrolla mañas para salvar todos esos obstáculos y todos los que puedan venir, ofreciendo siempre un show decente pase lo que pase. Es lo que suele conocerse como ser un profesional, y sólo se puede dar cuando uno sabe lo que vale un peine.

martes, 1 de septiembre de 2009

Haciendo los preparativos

Hoy hemos empezado a ensayar el repertorio que tocaremos este viernes 11 en la Sala Sol. Hemos seguido trabajando durante todo el verano, pero más en otros menesteres, como la creación de algunas canciones nuevas para renovar un poco el aire, o colaboraciones chulísimas como la que hemos grabado con Boat Beam para Bandalismo.net, que dentro de unos días verá la luz.

Si hay algo que hemos tenido en mente durante todos estos meses de gira con nuestro nuevo disco bajo el brazo, es que todos los conciertos fueron cortos, muy a nuestro pesar. Pero no fue así porque nosotros no quisiéramos tocar más, sino porque muchas veces, la propia logística, o la simple jerarquía existente en festivales y eventos similares, ha hecho que tuviésemos que ofrecer un show de una duración determinada, generalmente muy breve.

Dado que éste es nuestro concierto (¡por fin!) hemos decidido estirar todo lo posible el tiempo que nos permita la Sala el Sol. A nosotros lo que nos gusta es sudar la camiseta, entregarnos al máximo, y sobre todo que las personas que vengan a vernos sientan que su tiempo y su dinero fueron ampliamente recompensados. Nuestras canciones cada vez son más largas, porque hace tiempo que decidimos que no teníamos prisa en acabarlas. Y por lo tanto, los conciertos cada vez requieren más tiempo. En total, tocaremos aproximadamente dos horas: "Imperfección" al completo y la mayor parte de "Junio", más alguna que otra sorpresa y/o novedad. Y éso, porque la logística sólo permite un máximo de dos horas; de no ser así, aquí hay canciones y discos para tocar y tocar ;)

No será éste uno de esos conciertos promocionales donde uno intenta dar una muestra de sí mismo, que sea contundente pero ligera a la vez. Es un concierto para el disfrute interno, para los que estamos y los que estáis dentro del meollo. Nunca será suficiente para nosotros, y nunca estaremos lo bastante agradecidos a las personas que nos dan su apoyo incondicional día a día.

Ah, y otra cosita más. Tendremos camisetas y chapas nuevas, todas con diseños hechos por mi hermano José Juan Cabezalí. Gatos y más gatos, y sobre todo mucho que decir y que demostrar encima del escenario. ¡Os esperamos!


martes, 14 de julio de 2009

La emoción de hacer felices a los demás.

En estos años he conocido a varias personas, que sabiéndolo o no, hacen felices a otras personas con su música. Yo mismo puedo decir abiertamente que toda la música que escucho y me gusta me hace feliz: generan pequeños y grandes momentos de placer en mi vida, absolutamente irrepetibles. Ahora mismo escucho a Wilco mientras escribo esto, y pienso lo mucho que me gusta escuchar a Wilco mientras escribo o leo, y lo muchísimo que disfruté hará cosa de un mes y medio en el concierto que ofrecieron en el Teatro Cervantes de Málaga.

El otro día tocamos en el Festival de Ojén (Málaga), el Ojeando 2009. Teníamos la difícil tarea de tocar en un lugar muy alejado de nuestro hogar, a una hora un tanto extrema (cerca de las 3 de la mañana) y después de un grupo con enorme repercusión como son Lori Meyers. Que se iría mucha gente tras el concierto de Lori Meyers era algo con lo que contábamos, y que efectivamente sucedió (aunque igualmente quedó por allí bastante gente) pero con lo que no contábamos y sí sucedió, es que muchos de los allí presentes conocían nuestras canciones, las cantaban, y sonreían abiertamente ante la posibilidad de vernos tan de cerca, en directo, en una noche tan agradable... en definitiva, en ese momento estaban siendo felices. Y probablemente ya lo habían sido escuchando alguna de nuestras canciones en su casa, o en un bar, o en la radio...

Nosotros éramos conscientes de eso mientras tocábamos, y éso hizo que lo disfrutásemos tanto. Ha sido realmente grato, y creo que ha quedado en la memoria de la banda como uno de los mejores conciertos de nuestra vida. Yo tuve momentos de verdadera emoción, interna y externamente, y creo que es en esa clase de situaciones cuando me alegro tanto de seguir con esto, y de estar tan bien rodeado como estoy.

Puntualmente me sorprende conocer a artistas que, llegando a mucha más gente que nosotros, no sean felices de saber que están haciendo felices a otras personas; supongo que es porque no son conscientes de ello, o porque lo que realmente esperan es una gloria mayor (¿qué gloria mayor hay que hacer feliz a uno mismo y a los demás?) Sí estoy seguro de que si algún día me pasara eso a mí, es que las cosas tendrían que estar yendo realmente mal. No hay felicidad más grande en todo esto, y creo que se ha convertido en un objetivo cumplido en mi vida, que de ahora en adelante sólo podrá crecer.

viernes, 26 de junio de 2009

Havalina: casi ocho años dando la tabarra.

Y lo que nos queda...

Este domingo en La Casa Encendida haremos un concierto muy especial. De hecho, es tan especial, que me emociono sólo de pensarlo, y es que tocaremos canciones tan antiguas que el otro día, mientras las ensayábamos, apenas podía acordarme de las letras. Y estará Charlie ese día, el mismo Charlie Bautista que fundó Havalina conmigo allá por 2001, después de haber estado tocando juntos en otros proyectos durante un par de años.

Tocaremos temas de todos nuestros discos. En concreto, tres temas de Uncoloured Songs, dos de From Bed to Bed, uno de A Woman or Two, tres temas de Junio, y otros tres de Imperfección. Y tendremos también a mi hermana, Celia, ejerciendo de narradora (porque sí, tenemos toda una historia que contar), e interactuando con los niños; he tenido que llamarla a ella porque a mí los niños se me dan regular :)

Os esperamos!

lunes, 22 de junio de 2009

Very Important People

La mayoría de conciertos donde el público se compone total o casi totalmente de invitados (es decir, gente que no paga entrada) suelen ser aquellos en los que el silencio y el respeto al que está encima del escenario brillan por su ausencia. A su vez, la mayoría de los nombres que aparecen en las listas de invitados de los conciertos pertenecen a personas que trabajan en la industria de la música: no sé quién de tal o cual discográfica, éste o aquel manager y sus colegas, el crítico musical de la revista de moda, etc. Son estas personas las que mueven el cotarro en algunos sentidos, y son, en muchos casos, a su vez las mismas que hacen que las personas que sí han pagado por ver un concierto tengan que sufrir la ausencia de silencio en el mismo.

En los festivales, suelen pulular por los camerinos y las zonas V.I.P., bebiendo y comiendo, y charlando amigablemente entre ellos, aunque en el fondo, rara vez sean amigos, y no exista un verdadero aprecio entre ellos. Es frecuente verles abrazarse efusivamente, sobre todo a medida que avanza la noche; a dicha costumbre se la conoce como el abrazo del músico (de ahí la frase “eres más falso que el abrazo de un músico”) pero, como podéis ver, no sólo se produce entre los músicos propiamente dichos, sino también entre la gente de la industria musical. De hecho, imagino que en general el abrazo del músico se dará frecuentemente en todo tipo de ámbitos artísticos, aunque yo sólo he venido hoy aquí a hablar de lo que conozco. Y vaya si lo conozco.

Trabajar en la industria musical les permite codearse con gente importante, y a su vez, esto les hace sentirse importantes. A veces llegan a pensar que son más importantes que el músico, o incluso que la propia música. Y es que claro, son Gente Muy Importante.

Una curiosa de esta gente de la industria es que sueles verles en un montón de conciertos, pero rara vez prestan atención a lo que está pasando encima del escenario. En los festivales no suelen salir de la zona V.I.P., y en los conciertos en salas, rara vez abandonan la barra; pero eso sí, luego fichan, llegan a acuerdos, hacen, deshacen, critican, se pelean y además, sacan dinero de todo ello (o no).

Naturalmente, y por fortuna, existen muchas honrosas excepciones a todo esto que comento; también hay gente maravillosa en la industria, gente que trabaja para que la música siga adelante y creciendo. Ellos también tienen una misión imprescindible en todo el asunto: no son nada sin el artista, pero el artista tampoco sería lo que es sin ellos. El negocio de la música es necesario para que la música se extienda. Los promotores, los críticos, los managers, todos son necesarios, pero muchas veces desearía que fuese otro su comportamiento. Y que prestaran un poco más de atención a lo que realmente importa, y no tanto a todo el petardeo y el mamoneo innecesario que se traen. Y sobre todo, que respeten, y que sepan que ellos no son nada en comparación con la música, que ella estaba primero.

Y ésa es precisamente la buena noticia: la música siempre estará ahí, y será más importante, pase lo que pase. Y seguirá haciéndome y haciéndonos felices, a pesar de todo.

lunes, 8 de junio de 2009

Por la noche.

Conciertos vacíos. Ver como otros despuntan mientras tú sigues ahí. Ellos llenan salas pero tu manager sigue teniendo que pelear para que apenas puedan dejarte tocar. Trabajar y trabajar, pero no tener resultados tangibles. Todas esas cosas hunden el ánimo de uno, lo sé. Hacen que te plantees las cosas, y que te preguntes a ti mismo si no has tenido ya suficiente.

Pero no, hay algo que hace que nunca sea suficiente. Hay algo que está por encima de todo eso, y es el profundo placer de hacer música. De disfrutar haciendo algo en lo que uno cree, por encima de todo, y de todas las cosas. Es un sentimiento mucho más profundo que el éxito o la popularidad. Admito que a veces es difícil discernirlo entre tanta presión por querer salir adelante, tanto hablar de aquello como si de un producto se tratase: contar las entradas vendidas en cada concierto, las entradas recibidas en el myspace... todo ello te distrae de ese sentimiento hondo, pero cuando consigo abstraerme, es como si entendiera perfectamente qué hago aquí y por qué seguimos, a pesar de todo. Es algo que te hace temblar por dentro y por fuera, y que lo llena todo, y que me hace saber que estaré ahí siempre, con éxito o sin él.

Hoy (o mejor dicho, ayer) fue el cumpleaños de Javier, batería de Havalina. He estado pensando en qué regalarle, y de momento, creo que el mejor regalo posible es hacerle saber que él es muy responsable de que yo sea un tipo tan feliz y me sienta tan contento con todo esto que estamos haciendo, y que nos está pasando. Nunca ha sido fácil, y no creo que lo sea jamás. Siempre hemos nadado contra corriente, siempre hemos hecho lo que creíamos a pesar de todo y de todos, y nunca hemos sido verdaderamente apoyados por la prensa, los medios, o la masa en general. Nunca ha habido un camino fácil que recorrer. Pero ello no ha hecho que nos vengamos abajo, sino más bien todo lo contrario. Nos ha enseñado que hay un camino, y sólo uno, y es el que uno siente que debe tomar, aunque sea el camino largo y difícil. Es un camino bello, sin embargo, del que estamos disfrutando. Somos gente feliz. Tenemos algo tocando que creo que muy pocas bandas tienen.

Estoy muy orgulloso de todo y de todos, y muy agradecido a toda la gente que hace que todo esto sea posible. Los que vienen a vernos tocar, los que nos escriben para decirnos lo mucho que aprecian nuestra música. En definitiva, la gente que te hace saber que estás cumpliendo la misma función hacia ellos que otros (tus artistas favoritos) han cumplido hacia ti. Que estás cumpliendo con tu labor en la música, haciendo que la rueda siga, contribuyendo a una causa. Que eres un pequeño granito de arena dentro de una montaña enorme. Compararse con los demás granos de arena no tiene sentido. Cada uno tiene su camino, su función. La envidia es un sentimiento malsano que quiero mantener alejado de mí. Disfrutemos del momento presente, sigamos haciendo música, para nosotros y para quien la quiera escuchar, que poco a poco y por suerte, comienza a ser cada vez más y más gente.

De nuevo, y sin querer parecer pesado o demasiado afectado, gracias a todos por todo. Los de dentro y los de fuera de todo esto, a todos mi más sincero agradecimiento.

jueves, 14 de mayo de 2009

La gata Francisca.

A principios de año, cuando estábamos viendo posibilidades para la portada de nuestro nuevo disco, una de las portadas posibles fue esta:


La protagonista de la foto es la misma gata blanca que sale en la portada que finalmente salió elegida. La gata en cuestión, llamada Francisca, fue encontrada en plena calle por Aurora Aroca. Antes de ser recogida por Aurora vivía dentro del motor de un coche, y a los dos meses de vida comenzó una vida mejor con otras dos gatas, Felisa (también en nuestra portada) y Julia. Tan felices fueron juntas que hasta hicieron un myspace, Las Tres Mininas. Francisca, por lo que la pude conocer, era una gata de lo más amable, tranquila, sencilla y simpática. Y muy muy cariñosa.

Anoche me llegó la triste noticia de que Francisca ha muerto. Ni siquiera cumplía un año de edad, pero ya era víctima de una leucemia felina de la que ni Aurora ni nadie sabía nada. Llevaba unos días algo rara, y finalmente ha muerto. Es algo que me entristece enormemente. Sé que hay gente a la que le extraña, o incluso se burla, de la pena que sufrimos algunos cuando un animal muere: para mí es lo mismo que si muriese una persona. En estos últimos años he aprendido a amar muchas cosas en esta vida, y eso me hace mucho más feliz que antes, pero también más vulnerable. Los animales tienen sentimientos: aman, odian, se encaprichan, se enfadan, se estresan, se deprimen, etc. La única cosa que les diferencia de nosotros es que no tienen un lenguaje verbal. En todo lo demás, mi convivencia con ellos me han enseñado que lo que muchos perciben como "inferioridad" se trata única y exclusivamente de "diferencia". Que no sepamos entenderles no quiere decir que sean menos listos que nosotros. Es más, aún nos queda mucho que aprender de ellos, y no sólamente al contrario como mucha gente cree: un animal suele ser feliz con las cosas más básicas de la vida (alimento, compañía, juegos...) y a partir de ahí se dedica a ver pasar la vida de un modo feliz. Nosotros, en general, hace tiempo que perdimos esa capacidad, y es algo que deberíamos aprender, en lugar de obsesionarnos con chorradas como ese cuidado excesivo y antinatural del aspecto físico, las clases sociales, y tantos otros miles de ejemplos.

Pero no voy a dar más la chapa con mi filosofía de la vida. Hoy queremos rendir homenaje desde aquí a la gata Francisca, y agradecer todo el cariño que ha dado al mundo en su corta vida. Es una sensación extraña, pero no puedo quitarme de la cabeza que la misma gata que véis en la portada de nuestro disco ahora está muerta.

lunes, 4 de mayo de 2009

20 años desintegrándonos.

Si hay un grupo que no puedo parar de escuchar es The Cure. No sé qué es, pero cada disco, por muy distinto que sea de todos los demás, me atrapa. Tras la bonita experiencia en el 40º Aniversario del White Album de los Beatles, tanto TodoAzul como Havalina teníamos en mente hacer algo similar en un futuro cercano. Y así fue como se nos ocurrió llevar a cabo este concierto tributo.

Todo el Disintegration interpretado en su totalidad, repartido entre siete bandas bien diferentes. Algunos de ellos incluso haciendo diferentes versiones de la misma canción. En definitiva, que yo al menos no me lo pienso perder ;)

Os dejo cartel por aquí:

martes, 21 de abril de 2009

jueves, 16 de abril de 2009

Sustos y más sustos

Ha sido una semana santa terrible, la verdad.

El primer susto me lo dí el martes pasado, cuando me corté con un vaso en un bar en Zaragoza. Visita a Urgencias de un hospital, siete puntos en el pulgar de la mano izquierda, y muchas dudas: para alguien "normal" un corte en el dedo supone estar unos días con la mano inmovilizada, y luego recuperarse, y seguir con su vida. Para mí, supone tener que dejar de tocar, perder conciertos, y lo que es peor, no saber si el dedo volverá a estar como antes, o quedará alguna tara.

Esta misma mañana me han quitado los puntos, y afortunadamente, parece que todo volverá a su sitio en unos días. Ahora mismo me molesta algo cuando toco, pero la herida ha cicatrizado bien y no parece que vaya a haber secuelas. Anoche no pude tocar en el concierto que hizo Russian Red en la Sala el Sol, algo que me dolió mucho porque era un concierto muy especial y muy importante. Por suerte, mañana ya sí podré volver a subir a un escenario. Probablemente no al 100% pero poco a poco irá mejorando.

Sin duda éste ha sido el susto más importante de la semana. Los otros dos, pequeñeces a su lado, pero no quiero dejar de compartirlas con quien pueda estar leyendo ésto. El primero de ellos, que con ese aumento no-intencionado de mi tiempo libre, he podido dedicarme a escuchar bandas de esas que suenan ahora (más o menos al mismo nivel que Havalina, supongo) y es que muchas veces me lamento de estar algo desconectado de todo lo que sucede a mi alrededor. Y me he horrorizado porque dos de las bandas que más curiosidad me suscitaban han resultado ser plagios absolutos de The Strokes. En sonido, en espíritu, en composición, y hasta en estética. Y que conste que me gustan Strokes, pero no soporto los plagios, y menos aún que haya gente que se quiera subir a un tren que ya pasó hace tiempo. Y me pregunto también hasta qué punto estos chavales, que deben andar más o menos por mi edad, se ven a sí mismos desde fuera, y si se tienen algún respeto a sí mismos como artistas. Y si sabrán que ir a rebufo de algo así es pan para hoy (si llega a serlo) y hambre para mañana.

El tercer y último susto, fue leer una crítica de nuestro último disco que venía a decir que si Havalina empieza a sonar ahora un poco (y es cierto que estamos obteniendo un mejor feedback ahora que en anteriores ocasiones) era gracias a que yo soy músico de Russian Red. No voy a añadir más.

Por lo demás, todo bien. Se avecinan muchos conciertos, muchas cosas buenas y mucho trabajo por hacer y estamos muy ilusionados con todo ello. Estamos añadiendo en nuestro myspace progresivamente más y más fechas de conciertos, y me encanta ver toda esa lista, y ojalá salgan muchos más durante este año y todos los años de mi vida.

Ah, y una cosa más. Me he visto todas las películas de Batman. Las dos primeras de Tim Burton me han parecido bastante chulas, y me han encantado las dos últimas. Pero las de en medio os recomiendo encarecidamente que no las veáis.

domingo, 5 de abril de 2009

Havalina en "El Lado Izquierdo", en exclusiva para Bandalismo.net

Hace cosa de un par de semanas, los chicos de Bandalismo.net estuvieron grabando un ensayo de Havalina en los Estudios El Lado Izquierdo. Además, grabaron también una pequeña entrevista, y todo ello lo podéis ver en su web (en mejor calidad que aquí en nuestro blog, todo sea dicho)

Desde aquí felicitar a Juan y Carlos de Bandalismo porque están realizando un trabajo realmente interesante y muy profesional con la escena musical madrileña. En su web podéis ver también grabaciones de conciertos, entrevistas y ensayos de otras bandas, todas ellas realizadas con sumo cuidado, y en muy alta calidad.

Os dejamos por aquí los vídeos de "Incursiones" y "Miedo al Agua". La grabación del audio la realizó Dany Richter (propietario de El Lado Izquierdo) y de la mezcla y mastering me he encargado yo mismo:


Havalina - "Incursiones" /// Exclusiva Bandalismo.net from Bandalismo.net on Vimeo.


"Miedo al agua" de Havalina /// Exclusiva de Bandalismo.net from Bandalismo.net on Vimeo.

En unos días colgaremos también las grabaciones de "Sueños de Esquimal" e "Imperfección".

miércoles, 1 de abril de 2009

Todos a escena.

El otro día me llamaron por teléfono de la revista El Embrujo para hacerme una entrevista, en la que hablamos sobre todo de nuestro nuevo disco en general, y del momento musical actual. Al margen de que el tipo que me entrevistó me pareció bien majo (Rubén, creo que se llama), me hizo preguntas que me resultaron bastante interesantes.

En una de ellas, Rubén me describió un poco cómo estaba el panorama musical en Madrid, de las cosas que estaban sonando, o de cuáles estaban emergiendo ahora. En su mayoría se trataba de bandas o solistas que me son todos muy familiares, proyectos en los que hay muy buenos amigos míos, e incluso en algunos en los que yo también formo parte, aunque no los abandere como en el caso de Havalina.

Nombró a Boat Beam, grupo que también sacará disco con Origami Records a finales de Abril, y cuyo disco ha sido mezclado, masterizado y co-producido por mí, además de que, cuando mi apretada agenda me lo permite, me doy el gustazo de asistir en las cuestiones de sonido a este maravilloso trío. Me habló también de la archiconocida Russian Red, con la que tengo en placer de tocar la guitarra en sus tan frecuentes directos, y gracias a la cual puedo estar escribiendo esto ahora mismo desde una habitación de hotel en Caracas, Republica Bolivariana de Venezuela (que me acabo de enterar de que hace unos años cambiaron el nombre del país, vaya) Nombró, por supuesto, a Vetusta Morla, con los que hemos venido organizando el Ou Yeah! Festival, durante ya tres años, y con los que además compartimos otro sin fin de cosas más en común, entre ellas el haber compartido escenario en otras tantas ocasiones, nuestro blog conjunto en MTV, o en el futuro, en cosas tan estupendas como el Festival do Norte en Villagarcía de Arousa, o telonearles los días 30 de Abril y 1 de mayo en el Teatro Circo Price. Nombró también a Leda Tres, grupo del que también somos compañeros de sello, y a los que tuve el placer (y digo placer, porque son una gran banda) de ver en directo hace poco en el 1er Aniversario de Origami Records. Estos son sólo los ejemplos de cosas que me vienen muy de cerca. También hablamos de otras a las que en su mayoría conozco, aunque no tenga tantas cosas en común con ellos.

En definitiva, lo que venía a preguntarme Rubén era si yo pensaba que se estaba generando una "escena" musical en Madrid, y, aunque admito que no me gusta mucho pensar en esos términos, todo apunta a que así es. Hay muchas cosas surgiendo, y no sólamente las bandas y/o solistas están ahí, sino que además el público, los medios, responden. No igual en todos los casos, pero sí en general. Lo que sí está claro es que algo se está cocinando, y nos ilusiona pensar en que Havalina pueda llegar a convertirse en uno de los ingredientes de esta enorme y variada receta.

miércoles, 25 de marzo de 2009

YA ESTÁ....es niño!!!!

Sí, sí..... ya ha visto la luz.

Nuestro pequeño imperfección ya ha salido del horno.
Este lunes 30, puede que lo encontréis en las tiendas (eso esperamos), pero mientras tanto, aquí os dejo otra opción para comprar el disco....:


Y ademas, también os dejo un link con el concierto que dimos en radio3.


Y seguimos dándolo todo..........

viernes, 20 de febrero de 2009

Cinco discos que inspiran "Imperfección"

Kyuss - Welcome to Sky Valley (1994)


Para aquellos que nunca hayan oído hablar de esta asombrosa banda norteamericana, se trata del proyecto en el que Josh Homme, ahora más conocido por ser el líder de Queens of the Stone Age, empezó su carrera musical. Allí sólo tocaba la guitarra, y uno puede apreciar claramente ese sonido grueso y oscuro que tanto le caracteriza.

El sonido de las guitarras en Imperfección se ha nutrido mucho de esta fuente. Aproximadamente en la mitad de los temas la guitarra está afinada de un modo muy similar a cómo Josh Homme parece tener afinada su guitarra en este disco, es decir, en un Do abierto. Lo cual quiere decir que la sexta cuerda, la más gruesa, está afinada dos tonos más grave que si se tratase de una afinación estándar. Tan extremista es esta afinación que de hecho a principios del año pasado me compré una guitarra única y exclusivamente para usarla de este modo.

Kyuss es, por suerte o por desgracia, una de esas bandas que se han popularizado varios años después de su desaparición. Yo mismo no los descubrí hasta hace bien poco, gracias a mi buen amigo y compañero de fatigas Alberto Rodrigo. A él le debo el haber descubierto a la que para mí es una de las bandas con más carácter y más peso de la historia del ROCK. Y digo ROCK con mayúsculas, porque para mí Kyuss es eso, y éso es lo que hemos querido para éste nuestro nuevo disco: muros de guitarras, oscuros y gruesos.


My Bloody Valentine - Loveless (1991)

El disco que no he podido dejar de escuchar desde que descubrí a esta banda hace ya bastantes añitos. Loveless es el disco escrupuloso y perfecto por excelencia, toda una joya de sonido, producción y espíritu de la mano de la que me atrevo a aventurar que es una mente enferma: Kevin Shields.

Si tuviera que quedarme con un tema sería con Come in Alone, y creo que lo tuve muy en mente a la hora de componer y producir temas como Sueños de Esquimal o Imperfección. Esa pared de sonido a la que cuando uno se acerca, descubre que no es pared sino "cerca", y te atrapa y te sacude, y ya no puedes salir.

Loveless, al igual que Welcome to Sky Valley, no es disco fácil ni complaciente. Uno no llega a apreciar su verdadera dimensión hasta no haberlo escuchado varias veces, e incluso muchos años después, todavía siguen apareciendo matices nuevos que habías pasado por alto. Ésto es lo que, bajo mi humilde punto de vista, define a la buena música, la que no caduca: exige un compromiso por parte del oyente. Ésto también lo hemos buscado permanentemente en la gestación de nuestro álbum. Soy consciente de lo difícil que es conjugar algo así con la velocidad a la que sucede todo hoy en día, y la poca atención que mucha gente parece mostrar hacia las cosas que no son evidentemente fáciles y/o atractivas, pero honestamente, me da igual. Este disco está hecho para la gente que quiera escucharlo; para todos los demás, amantes de lo fácil y lo superficial, ya hay un montón de productos rápidos mucho más "cool" que nosotros circulando por ahí, y es una muy fea competencia en la que no deseamos entrar.


The Cure - Disintegration (1989)

Hace poco leí en la Wikipedia unas supuestas declaraciones de Robert Smith en las que hablaba de cómo, mientras ellos estaban encerrados en el estudio creando Disintegration y pensando que estaban haciendo la obra maestra de sus vidas, su compañía de discos, a medida que iba recibiendo adelantos del álbum, iba mostrando cada vez más rechazo hacia el mismo, porque no veían que aquello fuera a ser comercialmente viable.

Disintegration es un claro ejemplo de cómo la industria y los tipos que la manejan pueden llegar a equivocarse. No sólamente creo que ha quedado más que demostrado que, efectivamente, se trata de una obra maestra, sino que además, fue el álbum que realmente disparó a The Cure a nivel de popularidad y ventas. Personalmente es un dato que me alegra, y en lo que siempre encuentro un pequeño rayo de esperanza.

Recuerdo ver el videoclip de Lullaby con 9 añitos, y cagarme de miedo. Y sin embargo, era una de esas cosas que a uno le producen miedo, pero a la vez le atraen. En concreto, la canción que cierra Imperfección, titulada Miedo al Agua, creo que es la que más influjo ha recibido de la susodicha banda inglesa. Y al igual que la tentación que superaba al miedo de sacar la cabeza de detrás del cojín cuando ponían Lullaby en televisión cuando yo era pequeño, Miedo al Agua habla sobre el miedo a tirarse al agua y a sumergirse en lo desconocido, pero que siempre es superado por el impulso a hacerlo. Y al final éso mismo es lo que precisamente nos hace ser humanos e imperfectos, y de eso mismo es de lo que habla Imperfección.


Soundgarden - Superunknown (1994)


Recuerdo que uno de mis primeros periplos en esto de tocar la guitarra se dió con mis 12 añitos, cuando un día mi hermano mayor sacó las letras de Superunknown y me pidió que le acompañara. Ni él sabía cantar, ni yo sabía tocar la guitarra, y menos aún un solo acorde de ese disco. Pero improvisamos, según lo que vagamente recordábamos del álbum, y más vagamente aún a partir de nuestros más que escasos conocimientos.

Superunknown fue ese dico que un día trajo mi hermano a casa, y que yo tanto escuché años después. Especialmente a mis 17-18 años, Soundgarden era una de esas bandas que no podía parar de oir. Y sin embargo, poco tiempo más tarde, paré. Supongo que quise dejar de lado todo aquel rock oscuro que había marcado mi adolescencia, quizá por aquello de querer madurar y cambiar de tercio, y de ahí que surgieran álbumes de Havalina Blu como From Bed to Bed o A Woman or Two, donde creo que la carga era algo más ligera.

A principios del año pasado, cierta situación personal me llevó a volver a poner este disco, y así fue como empezó todo. Probablemente haya sido mi disco más escuchado del 2008; hasta me tomé la molestia de escribir una entrada en este blog sobre el mismo. De algún modo, hemos vuelto a nuestra adolescencia con Imperfección, estamos sonando más o menos como aquellos grupos que nos flipaban cuando Javier Couceiro y yo nos conocimos tocando la guitarra en una plaza de Malasaña, hace ya casi 13 añitos.


Muse - Absolution (2003)

Si bien es cierto que Muse ha sido el típico motivo de debate entre Javi yo (porque a él le vuelven loco y a mí siempre me ha parecido que a veces resultan demasiado cargantes y hasta un poco cursis) hay que decir que son, sin duda, en lo que a sonidazo, producción y directo, el grupo a tener en cuenta en el panorama rock actual.

Muse me ha servido de ejemplo y referencia sobre todo en lo referente en cuestiones menos emocionales y más técnicas. Los he tenido en mi cabeza a la hora de mezclar y masterizar, y los sigo teniendo en mi cabeza cada vez que nos enfrentamos a un directo, porque buff, señores, vaya directazo. Eso sí que es sonar como una apisonadora. Y que conste que muchas de las cosas que hacen me pueden llegar a parecer incluso horteras, pero ante tal derroche de calidad, poco importan mis gustos. Uno tiene que saber dejar de lado sus prejuicios cuando la ocasción lo merece: sencillamente me quito el sombrero, y me paro a pensar, y creo que en mi vida he visto a una banda sonar así. Chapó.

martes, 17 de febrero de 2009

Havalina v 5.0

Aproximadamente a finales del verano pasado me llamaron para asistir como invitado a un programa de radio online, en calidad de "compositor" de Havalina. Tras los típicos saludos que se dan en los programas (esos que nunca quedan naturales porque se nota que ya ha habido más que saludos antes de eso) la primera pregunta que me hicieron fue: "Bien, bien, el otro día me puse a investigar un poco sobre Havalina, y resulta que tenéis cuatro discos en la calle. Cómo es posible que, con cuatro discos publicados hasta el momento..." Y más o menos ahí se cortó la frase, porque imagino que la propia entrevistadora se dió cuenta en ese instante de que más o menos me estaba viniendo a preguntar que a qué se debe que después de tanto trabajo y tanto tiempo aún no nos conociera ni dios, y a fin de cuentas estuviésemos en el mismo programa de radio donde suelen ser entrevistados grupos noveles, de esos que acaban de grabar su segunda maqueta, o que acaban de ganar el concurso de turno.

Que conste que no me hubiese importado en absoluto que hubiese finalizado la frase de esa manera. Es más, yo lo tengo muy claro, no conozco a muchas bandas que hayan producido tantas canciones como nosotros y que hayan quedado en la sombra: nunca fuimos el punto de atención de la gente de los medios, aunque tampoco sabría decir muy bien por qué. Así pasaron "Uncoloured Songs" en 2003, "From bed to bed" en 2005, "A Woman or Two" en 2006 y "Junio" en 2008, tocando de garito en garito para casi siempre pocas personas (aunque es cierto que alguna vez nos llevamos alguna que otra sorpresa muy agradable) y pensando y trabajando constantemente en cómo hacer un álbum mejor que el que acabábamos de publicar. Y que nos quiten lo bailao.

A día de hoy, al contrario que Havalina, he visto algunas cosas que han ascendido meteóricamente en muy poco tiempo. Algunas las he visto de lejos, y otras las vivo de cerca día a día, como por ejemplo en mi labor desde hace ya casi un año como guitarrista de Russian Red. Conozco más o menos cuáles han sido los factores que han fomentado ese ancenso, y de algún modo algo hizo que Russian Red estuviera en el lugar y el momento adecuados para funcionar, y me alegro que haya sido así, porque -aunque más indirectamente que si se tratase de mi propia banda- también me ha tocado a mí, y gracias a ello disfruto de cosas de las que de otro modo no podría disfrutar.

Desconozco, sin embargo, cuáles son los motivos que han faltado para que Havalina logre ese cierto éxito.Tampoco es algo a lo que suela darle muchas vueltas: a día de hoy, sólo sé con claridad que hay que estar trabajando en todo momento para seguir adelante, y no perder nunca de vista que lo más importante es hacer música de la mejor manera posible, y que el mercado es caprichoso, y que igual que yo no sé porqué Havalina sigue ahí mientras otros triunfan y llenan salas, Lourdes Hernández y yo tampoco sabíamos cuando empezamos a tocar por ahí juntos que Russian Red llegaría tan lejos. Claro que pintaba bien, pero podría haber sido perfectamente como tantas otras cosas que pintan bien y luego sólo se quedan en eso.

Imperfección, en concreto, pinta bien. Quizá ahora, en nuestro quinto disco, empecemos a conseguir hacer nuestro el momento, ya que hasta ahora el momento no ha venido a nosotros. Y entonces quizá todo este trabajo en la sombra haya merecido la pena (porque las tablas se notan, señores). O quizá no sea hasta el séptimo álbum que empecemos a tocar en salas llenas de gente que viene a vernos a nosotros, o quizá hagamos ocho álbumes y decidamos que ha sido suficiente esfuerzo para tan poca recompensa, pero lo que queda claro es que lo que dejamos atrás no es pequeño; es de hecho, muy grande. Si Mahoma no va a La Montaña, entonces tendrá que ser la Montaña la que vaya a Mahoma. Y ahora mismo La Montaña ya se encuentra en movimiento.

domingo, 8 de febrero de 2009

El Álbum Gatuno


Tras haber terminado todo el proceso de grabación, mezcla y mastering, si todo sale según lo previsto, Imperfección será publicado por Origami Records a finales de Marzo de este año. Ya estamos cerrando fechas de la gira que realizaremos a partir de entonces, y además, hemos subido algunos de los temas a nuestro myspace.

Terminamos una etapa y comenzamos otra, con muchísima ilusión y muchas ganas de trabajar.

lunes, 2 de febrero de 2009

Hasta pronto

El próximo jueves día 5 de Febrero doy mi último concierto como bajista oficial de la banda en la Sala Taboo. Han sido unos años geniales en este increíble proyecto que es Havalina, unos años de luchar contra viento y marea por seguir haciendo la música que nos gusta.
He querido resumir lo que ha sido este tiempo, lo que hemos vivido como grupo, de una manera objetiva, así como la influencia que ello ha tenido en mi decisión de salir del proyecto en uno de sus mejores momentos creativos.
Podéis leer el post aquí.

Gracias a todos los que nos habéis apoyado durante estos años. Me volveréis a ver antes de lo que creéis ;)

Nahúm García

jueves, 29 de enero de 2009

El Barco de Colegas

El otro día me llevé una gran sorpresa al encontrarme ésto:

(Fotografía de Javier Jodrá)

Los que estamos ahí, de izquierda a derecha somos: Sara Iglesias, Javier Couceiro, Manuel Cabezalí y Chema Mas. La banda se llamaba Soma y creo que ésa probablemente debió ser una de las últimas veces que actuamos en directo, en la fiesta del I.E.S. Cardenal Herrera Oria en el año 1999. Fundamos Soma cuando yo tenía 15 años, y por aquel entonces, ya era la tercera banda en la que me veía involucrado. Si ha pasado mucho tiempo o no, es cuestión de la perspectiva con la que se mire, 10 años no son mucho en comparación con ciertas cosas, pero en la vida de un tipo de 26 años, una década pesa bastante.

Desde entonces, ha pasado muchísima gente por mi vida, musicalmente hablando. Durante estos años me he cruzado con un montón de bandas y solistas que tenían un proyecto, y de un modo u otro peleaban por sacarlo adelante. Algunos aún a día de hoy siguen peleando por ello, y muchos de ellos llevan muchos más años que yo en esto; sin embargo, no deja de darme cierta nostalgia, cada vez que veo una foto de éstas, la cantidad de gente que en un momento u otro, se bajó del barco.

Durante estos últimos meses no han hecho más que llegarme noticias de gente que lo ha dejado. Leí un mail hace unos días de una lista de correo a la que llevo años apuntado, la del grupo madrileño Murmur, que decía que su cantante, Robert Williams, dejaba España y se volvía a su tierra natal, y que aquel sería su último concierto con ellos.

Murmur fueron compañeros de sello discográfico en la época en la que Havalina (entonces Havalina "Blu") militaba en las filas de Junk Records. Como nosotros, había muchos grupos más: Underwater Tea Party, Frida, Kodama, 6 PM, Inq, Melusa, y un largo etcétera, sólo por poner un ejemplo. Pues bien, de todos estos que acabo de nombrar, aproximadamente la mitad dejaron de tocar o me consta que poco a poco lo están dejando; todos ellos eran proyectos por los cuales sus miembros lucharon en su día, y seguro que, como yo desde hace ya muchos años, anhelaban poder dedicarse a ello, hacer de su música su forma de vida... Pero lo cierto es que el barco en que andamos subidos atraviesa una tempestad eterna, y es difícil mantenerse a bordo: en la cocina la comida no es muy buena, y es muy escasa si tenemos en cuenta la cantidad de tripulantes que viajamos; los camarotes son incómodos y muy pocos en proporción a todos los marineros del barco, y además, no paran de subir más y más personas a este mismo barco, que amenaza constantemente con hundirse y hundirnos a nosotros con él. El recuerdo de la tierra firme nos tienta una y otra vez, y no es de extrañar que haya tanta gente que, en un momento u otro, decida quedarse en tierra, o directamente tirarse por la borda.

En mi caso concreto, hace tiempo que decidí subir a este barco y no bajarme jamás. Es una decisión testaruda que me cuesta mucho trabajo mantener cada día, pero ahí sigo, después de 14 años desde que fundé mi primera banda, y supongo que no me va tan mal (ni tan bien...). Y hay gente que sigue ahí conmigo, tantos años después, como ese chaval con cara de buenazo al que apenas puedes ver en la foto porque entre la batería y yo le tapamos casi por completo, y al que después de 12 años desde que empezamos a tocar juntos, quiero y aprecio cada día más.

Pelear por lo que amo es lo más bonito que me ha sucedido jamás, hace tiempo que me di cuenta de eso. Es lo que nos hace mejores personas día a día, a todos y cada uno de nosotros. Muchas de esas personas con las que ahora me encuentro, ya tienen un estilo de vida distinto: decidieron bajarse del barco, bien porque realmente no había manera posible de mantenerse en él, bien por la comodidad de la tierra firme, o bien por no tener las suficientes agallas como para permanecer. Y sin embargo, un alto porcentaje de ellos, cuando nos encontramos en un bar después de años sin vernos, y les cuento a qué me dedico, me dicen que les doy envidia. A lo que suelo contestar que, para empezar, tampoco me va tan bien, que aún tengo que seguir luchando todos los días para mantenerme ahí y hacer progresos, pero que si tengo algo ahora, nadie me lo ha regalado: ha sido todo trabajo, y fe en mí mismo y en mis posibilidades. Y que, a fin de cuentas, de haber querido, ellos quizá aún estarían subidos en el Barco de Colegas.


domingo, 18 de enero de 2009

"Spanish Omelette, please"

Según he oído, el Eurosonic es un festival donde se dan cita bandas de toda Europa para tocar delante de un público mayoritariamente compuesto de promotores, managers, gente de medios, compañías discográficas y en general, gente de la industria. Al parecer, sólo un 10-15% de las entradas son vendidas al público normal. Es, en otras palabras, algo así como una feria de muestras de la música, un lugar donde las personas que supuestamente manejan esto, se dan cita para contemplar sus próximas presas, presumir de qué consiguieron hacer durante el año pasado, cuántos "sold out" hicieron las bandas de su catálogo durante sus giras, etc.

A este festival hemos venido a parar Russian Red, y ayer, ojeando el cartel, nos dimos cuenta de que éramos la única banda española del mismo. Nos hizo gracia el hecho de ser la única y sin embargo cantar en inglés. Es algo que me pareció extraño en un principio, pero luego fui comprendiendo poco a poco, porque, según lo que vi, no había ni una sola banda que no cantase en inglés. Y la gran mayoría pertenecía a países donde el idioma oficial no es en inglés, empezando por las bandas del país anfitrión, Holanda.

Son éstos y otros muchos detalles los que hacen que me alegre tantísimo de, en su día, haber tomado la decisión de dejar de escribir canciones en inglés, y hacerlo en la que es mi lengua natal, el castellano. Por supuesto que el inglés es un idioma bonito, y a mí personalmente me encanta practicarlo; tampoco voy a entrar en si es más fácil o más difícil, más meritorio o menos, componer en inglés o en castellano. Lo que sí sé es que cada vez que escucho la radio, o navego un poco por myspace, y escucho a tantos y tantos grupos no ingleses cantar en inglés, me alegro enormemente de haber tomado aquella decisión, porque hace que yo me crea a mí mismo, que mis letras sean un reflejo de mi persona, y no de alguien que intenta retratarse pero no consigue retratar a otro que no sea sí mismo intentando retratarse sin conseguirlo. Y ayer, mientras veía a bandas belgas, danesas, suecas, etc. todos con sus letras en inglés, me preguntaba hasta qué punto a ellos les pasaba lo mismo que a mí hace unos años, o si ellos conseguían verse a sí mismos reflejados en sus composiciones. Es cierto que ellos tienen el idioma inglés mucho más presente en su día a día (según he oído, aquí en Holanda muchos de los textos que se usan en carreras universitarias están escritos en inglés, por poner un ejemplo) pero igualmente, hay algo en ese idioma que usaste con tus padres cuando eras pequeño, o mientras jugabas con los niños de tu vecindario que no se puede reemplazar y que es inseparable de uno mismo, por muy frecuente que sea el uso que se le de a otras lenguas.

Y espero que esto conteste para siempre a la pregunta eterna de porqué Havalina dejó de cantar en inglés :)

miércoles, 7 de enero de 2009

Año viejo, Año nuevo.

Uno no puede evitar terminar un año y sentarse a pensar en un resumen de las cosas más sustanciales del mismo, de todo lo que ha acontecido, y de cuáles fueron las cosas importantes que a uno le hicieron aprender. En mi caso concreto, si pienso en el 2008 pienso, en gran medida, en Havalina, porque es Havalina lo que ocupa mi mente día y noche, semana tras semana.

Este año 2008 ha sido sin duda el año en que más hemos trabajado por sacar el grupo a flote. En enero salió de la fábrica “Junio”, y fue presentado allí donde nos querían... y admito que en este aspecto el 2008 ha sido un año muy duro, porque si bien es cierto que hemos encontrado el apoyo muy cálido de alguna gente hacia nuestro disco, en otros lugares se nos dio la espalda, de un modo u otro. Hubo momentos muy duros, como cierto bolo en Pontevedra donde no vino nadie y se suspendió, después de haber viajado hasta allí, haber probado sonido, etc. En general, sostener un proyecto y hacerlo crecer es algo que requiere mucha paciencia, mucho trabajo, y sobre todo saber mantener el norte y la cabeza bien alta a pesar de las dificultades. Y si algo hemos aprendido en este 2008 es a mantener el ánimo arriba a pesar de las adversidad.

Supongo que nosotros, ingenuamente, esperábamos más; sabíamos que teníamos un single bueno y bonito, nuestro primer disco en castellano después de 6 años de trayectoria y otros 3 discos en inglés; y tuvimos un comienzo muy optimista... pero muy pronto pasaron cosas que nos hicieron cambiar de parecer, y es cierto que en algún momento el optimismo decayó, y entonces buscamos el subterfugio de hacer música para nosotros mismos, sin preocuparnos de singles, compañías, promotores, prensa musical, etc; para nosotros, y para quien quisiera escucharnos, porque no por haber sido en cierto modo rechazados íbamos a dejar de trabajar. Y así fue como, entre marzo y agosto de este mismo año, la inspiración llegó, y nos pilló trabajando.

Hoy estoy volviendo de mis vacaciones; he tenido unos días para desconectar, descansar, y ahora que vuelvo y empiezo de nuevo con todo, veo las cosas con una perspectiva más amplia. Lo primero que he hecho ha sido escuchar el que será nuestro siguiente álbum, “Imperfección”, que en definitiva es el resultado de todas esos acontecimientos del año pasado. “Imperfección” ha sido producido por nosotros mismos; salvo las baterías, que han sido grabadas en el mismo lugar donde grabamos y mezclamos “Junio”, ha sido grabado bien en el local de ensayo o en mi casa. Yo mismo me he encargado de mezclarlo, y también de masterizarlo. Cada canción en él ha salido de mi dormitorio o de la habitación de un hotel, ha pasado por el local de ensayo donde se le daba forma entre los tres, ha vuelto a mi dormitorio para ser producido, y ahora está lista para ser expuesta al mundo.

Este 2008 me ha hecho ver, ante todo, que como artista lo más importante es saber cuál es tu camino, y seguir los dictados de tu corazón y tu cabeza, y no los de nadie más. Imperfección es un disco que muestra todo eso, porque no hay una sola concesión a ser un disco fácil y/o para todos los públicos. Eso sí, está todo ahí: nuestra pasión a la hora de hacer las cosas, el sonido que queríamos, los meses encerrados en el local arreglando los temas sin preocuparnos de qué opinarían los demás, y sobre todo el fruto del trabajo continuo e incondicional. No sabemos a cuánta gente llegará, ni si aparecerá en las “listas de lo mejor del 2009”, pero sí que hemos hecho lo que debíamos, que nos hemos crecido ante la dificultad y hemos conseguido gestar un disco que plasme todo aquello por lo que hemos pasado, que no ha sido poco.

Feliz año nuevo a todos, y ojalá se cumplan -al menos- algunos de vuestros deseos. Nosotros ya estamos trabajando para que los nuestros lo hagan.